La iglesia de Santa María de la Asunción, o de Nuestra Señora de la Asunción, en Navarrete, es un templo renacentista de considerable envergadura, cuya construcción se prolongó durante cerca de un siglo, entre 1553 y 1645, a causa de problemas presupuestarios y de sucesivos cambios en la dirección de las obras. Entre los diversos canteros que se hicieron cargo del proyecto figuraron algunos de primer nivel, como Juan Pérez de Solarte, maestro mayor de la catedral de Burgos, a quien se atribuyen determinadas soluciones arquitectónicas que fueron pioneras en La Rioja.
Sin embargo, el principal reclamo del templo se encuentra en el interior. Se trata de su retablo mayor, realizado por Fernando de la Peña a lo largo de cuatro años (1694-1698) y reformado por José de San Juan y Martín en 1713. Cuando el autor principal contempló la cabecera de la iglesia en la que debía instalarlo, afirmó que iba a ser «hobra de mucho rumbo y consequencia; tanto que en ambas Castillas me pareçe no habrá otra que en la valentía y todo de ella se pueda igualar». Jovellanos visitó Navarrete muchos años después, en 1795, y emitió un juicio completamente distinto, describiéndolo como «espantoso por su altura, anchura, mala escultura y profusión de oro». Hoy está considerado como el más espectacular de todo el barroco riojano, precisamente por la suntuosidad y los excesos decorativos que contrariaron el gusto neoclásico del intelectual ilustrado.
De dimensiones apabullantes y un color dorado deslumbrante tras una reciente restauración, el retablo está repleto de relieves y figuras policromadas de diversos estilos, que en unos casos son imágenes romanistas reutilizadas y en otros esculturas realizadas por Andrés de Monasterio y Juan Francisco de Peralta. En el centro aparece un templete con una talla de la Virgen.
Si bien esta obra acapara la atención de los visitantes, destacan también las capillas laterales, con columnas corintias y bóvedas de horno y cañón. Todo el edificio está construido en piedra de sillería, a diferencia de las casas más antiguas de la localidad, que combinan sillares en la planta baja y ladrillo macizo en la superior.
SITUACIÓN:
En el casco histórico de Navarrete, a 13 kilómetros de Logroño, 17 km de Nájera y 5 km de Fuenmayor.