La terminación de las obras estaba prevista inicialmente para marzo, mes en el que se han llevado a cabo varias visitas y presentaciones oficiales de las instalaciones, que acogerán también el Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV).
El presidente del Gobierno de la Rioja, Pedro Sanz, ha presentado a finales de marzo las instalaciones de la futura bodega institucional y del Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino a un grupo de representantes económicos de la región, y ha solicitado la implicación del sector vitivinícola en las actividades del instituto. En enero estaba previsto que la construcción concluyera en marzo. No obstante, Sanz ha comunicado que las obras avanzan según lo previsto y que la bodega comenzará a funcionar esta primavera.
El complejo estará ubicado en el parque de La Grajera, a unos kilómetros del núcleo urbano de Logroño, y ha supuesto una inversión total de 11 millones de euros. El Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV) pretende convertirse en un referente nacional de la investigación vitivinícola y contribuir además a potenciar la competitividad del sector. El centro es fruto de un acuerdo entre el Gobierno de La Rioja, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de La Rioja suscrito en 2008.
La bodega institucional será, según el Gobierno autonómico, la primera del mundo con un sistema integral de aprovechamiento de la energía geotérmica (procedente del calor interno de la tierra), en cuya explotación ha sido pionera la bodega también riojana Regalía de Ollauri. La geotermia aporta un gran ahorro energético, un bajo coste de mantenimiento, mayor seguridad y un impacto ambiental mucho menor. En concreto, se calcula que el sistema reducirá la emisión de CO2 en unas 106 toneladas al año. Toda la climatización del complejo, tanto la de las instalaciones de elaboración y crianza de vino como la de las oficinas y zonas administrativas, se llevará a cabo mediante el sistema geotérmico, sin el apoyo de energías auxiliares.
La bodega ha sido diseñada con el objetivo de optimizar los procesos de producción de vino y también de facilitar las visitas divulgativas. Está semienterrada y contará con una sala de crianza con capacidad para unas 250 barricas bordelesas. También incluirá un salón de actos con capacidad para cien personas, aproximadamente.
