Vinotecas en Valladolid: dónde comprar vino en la capital de Castilla y León

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Vinoval, una excelente vinoteca en el lugar más inesperado.

Valladolid es tierra de vinos. En la provincia crecen viñedos de las denominaciones de origen Rueda, Ribera del Duero y Cigales, a los que se suman otros, en algunos casos excelentes, acogidos a una indicación geográfica más laxa: Vinos de la Tierra de Castilla y León. El municipio, antigua corte en el siglo XVII, es hoy la capital de la comunidad autónoma castellanoleonesa, y cuenta con 300.000 habitantes, un rico patrimonio histórico-artístico, prestigiosos teatros, notables museos, una de las universidades más antiguas de España y abundantes comercios, restaurantes y bares de pinchos. Las vinotecas de Valladolid reflejan la cultura vitivinícola de la región y el rango de la ciudad. Hay más de una docena, y todas ellas tienen clientes dispuestos a gastar 30 o 35 euros en una buena botella, al menos en ocasiones señaladas. En nuestro artículo sobre las vinotecas de Logroño constatamos que los riojanos, en materia de vinos, tienden a mirarse el ombligo: es difícil encontrar en la capital de La Rioja tintos de Ribera del Duero. En Valladolid no ocurre lo mismo. Como es natural, predominan los vinos castellanos, de las denominaciones de origen mencionadas y de la vecina Toro -los vinos leoneses tienen menos presencia-, pero se puede comprar vinos de casi todas las regiones de España. A continuación enumeramos las mejores vinotecas de Valladolid.

Vinotecas en el centro de Valladolid

Iniciamos nuestro recorrido en el centro histórico y turístico de la capital. Cerca de la universidad y de la plaza del Colegio de Santa Cruz se encuentra una de las vinotecas clásicas de Valladolid: La boutique del vino (calle Núñez de Arce, 34; teléfono 983 303 239), abierta desde hace 40 años. Es un comercio más bien tradicional, con estantes repletos de botellas en primer término y un mostrador que separa por completo esta zona, accesible al público, de un amplio espacio de almacenaje. Es una de las vinotecas con mayor número de referencias del centro, y dispone de un poco de todo para todos los bolsillos. Los vinos más representados son los de la tierra, seguidos de lejos por una decena de Riojas de corte clásico (Beronia, Faustino V, Luis Cañas, Marqués de Murrieta, Muga, Ramón Bilbao, Remelluri, Viña Ardanza…). Algunos Riberas afamados, como Aalto, Malleolus o Pago de Carraovejas, tienen a veces precios más elevados que en otras vinotecas pucelanas. En general, sin embargo, los precios se sitúan en la media del mercado. Además de vinos, venden destilados y licores.

Otra vinoteca céntrica y con solera es Bodegas Sanzoles (Plaza de San Juan, 2; teléfono 983 291 456). Debe su nombre al municipio zamorano del que procede la familia propietaria, que se instaló en Valladolid para dedicarse al negocio del vino en el año 1929. Antes de ocupar el local actual, regentaron otro en la vecina calle de Santa Lucía. El establecimiento, de forma cuadrada, tiene estanterías en las paredes, un mostrador decorado con azulejos tradicionales y un espacio central diáfano. En los estantes, vinos castellanos bien conocidos (Emilio Moro, Protos, Valbuena, Matarromera, Teófilo Reyes, Abadía Retuerta, Bornos, Tinto Pesquera, Malleolus…), algunos tintos riojanos, varios blancos andaluces y gallegos y algún espumoso francés (Champagne Bollinger). Todos ellos con el precio bien visible en un cartelito sujeto al cuello de la botella. Bodegas Sanzoles vende también vermús y vinos a granel, embotellados o en formato bag-in-box, y conservas, chocolates y destilados, entre otros productos. Su web incluye una tienda online bien surtida de tintos de Ribera del Duero.

A un paso de la catedral está Entrecepas (calle Macías Picavea, 14; teléfonos 983 307 492 / 647 716 066), un curioso establecimiento, mezcla de vinoteca y tienda de ultramarinos. Su aspecto modesto no debería disuadir a los aficionados más sibaritas. Aquí se puede comprar desde pan Bimbo hasta vinos de gama alta con los precios más ajustados de Valladolid. En el interior, propio de un comercio de barrio, encontramos zumos, galletas, yogures, conservas Gvtarra, leche o Coca-Cola. En el exterior, un escaparate bien aprovechado exhibe una veintena de vermús, algún Champagne asequible, un Macán (el Rioja de Bodegas Benjamin de Rothschild & Vega Sicilia) y un amplio surtido de vinos castellanos, entre los que figuran Aalto, Mauro, Belondrade & Lurton, Malleolus, Pago de los Capellanes, Tomás Postigo, Pago de Carraovejas, Carmelo Rodero, etc.


Vinoteca Majuelos singulares, Valladolid
Majuelos singulares, una vinoteca en un palacio renacentista.

Totalmente distinta de las anteriores es Señorita Malauva (calle Fray Luis de León, 1; teléfono 983 394 955), ubicada en un rincón privilegiado del centro histórico, entre la plaza Mayor y la catedral. Se trata de un local amplio, polivalente y chic, donde se puede comprar una botella de vino o degustar una copa acompañada de algún producto gourmet. En el exterior dispone de una pequeña terraza con varias mesas altas. En el interior, la esmerada decoración parece tan importante como los artículos a la venta. Los vinos están expuestos bajo una profusión de lámparas de diseño, en anaqueles de aluminio y cristal, cómodas de madera y grandes hornacinas rectangulares, sin ningún tipo de agrupación por zonas, tipos o estilos. Blancos, tintos, cavas, Champagnes y vermús alternan con patés, chocolates, cremas, quesos y conservas refinadas. El aspecto visual es tan relevante que todo parece dispuesto de acuerdo a un criterio estético. Con escasas excepciones, el aficionado no encontrará aquí vinos de las bodegas más populares de la zona. Predomina una clientela joven y a la moda, dispuesta a elegir una botella por el diseño de la etiqueta. Y, de hecho, uno tiene la impresión de que una mala etiqueta desentonaría en el local, con independencia de las cualidades del vino. En un costado hay un coqueto espacio con mesas para maridajes o cenas por encargo. Aunque no se utilizan a diario, están permanentemente preparadas con platos, copas y cubiertos impolutos, como en un restaurante.

En la casa de los Fernández de Muras, un palacio renacentista con un gran escudo en la fachada, se encuentra una de las vinotecas más interesantes de Valladolid: Majuelos singulares (calle San Ignacio, 9; teléfono 983 370 974). Se trata de un local diáfano, moderno y ordenado, abierto hace unos seis años, en el que destaca una amplia selección de vinos internacionales (franceses, alemanes, argentinos…), que ocupa casi por completo una de las paredes de la tienda. Es, probablemente, la vinoteca del centro con mayor número de referencias extranjeras. Entre las españolas predominan los tintos de Ribera del Duero (suelen tener varios de los más cotizados), pero también hay una representación notable de zonas vinícolas minoritarias. Es un buen sitio para dejarse aconsejar y descubrir nuevos vinos.

Nuestro recorrido por el centro histórico concluye en Majuelos y lúpulos (calle de las Angustias, 12; teléfono 640 161 126), el establecimiento más joven de la lista. Situado junto a la iglesia de las Angustias, a un paso del teatro Calderón, abrió hace un año y está especializado tanto en vinos como en cervezas. El propietario ha optado por manejar un número de referencias moderado, aunque el local, con forma de L, tiene espacio para algunas más. Las cervezas ocupan una de las alas y los vinos la otra. Hay Riberas de prestigio, varios Riojas poco habituales y algunos vinos europeos (un Douro, un Oporto, un riesling alemán…). También tienen vemús, destilados, vasos y copas de cristal y un pequeño pero heterogéneo surtido de conservas, quesos, mermeladas, dulces, rosquillas y alimentos de calidad.

Vinotecas en otras zonas de la ciudad

A menos de diez minutos a pie de la Plaza de España se encuentra Entre Barricas (Plaza Circular, 14; teléfono 983 308 086), una vinoteca ya consolidada, con más de 15 años de vida. El local, alargado, tiene menos metros cuadrados que los citados hasta ahora, pero aprovecha bien el espacio y cuenta con suficientes referencias. Hay destilados, vermús, cavas, Riojas clásicos, algún andaluz, tintos populares de otras denominaciónes de origen (Juan Gil, de Jumilla) y una buena selección de Riberas del Duero. Al fondo, en una vitrina, las botellas más caras. Todos los vinos llevan una etiqueta con el precio.

Divinus Gourmet (calle Estadio, 2; teléfonos 983 094 339 / 625 100 724) es una vinoteca moderna, ordenada y agradable que abrió hace dos años muy cerca de El Corte Inglés del Paseo de Zorrilla. Dispone de una amplia estantería con vinos tintos (Ribera del Duero, Rioja, Jumilla, Alentejo, Macedonia…), otra estantería más pequeña con licores y destilados y una tercera con vinos blancos y rosados. También venden cervezas, vermús y una pequeña selección de productos gourmet (conservas, aceite de oliva, cremas de queso, etc). Todos los vinos están bien expuestos, con un cartelito en el que figura el precio, el país de origen, la región, las variedades de uva utilizadas y el grado alcohólico. Es frecuente pensar que los establecimientos autodenominados gourmet son más caros que el resto, pero este no es el caso: aquí los Mauro, Carraovejas, Tomás Postigo, Pesquera y compañía tienen precios más ajustados que en otros comercios de aspecto modesto. Disponen de tienda online, pero con menos referencias que en el local.

El buen gusto (calle Manuel Silvela, 2; teléfono 983 377 199) es la vinoteca más apartada del centro de cuantas hemos mencionado hasta ahora, pero también una de las mejores de Valladolid. Por amplitud, surtido y calidad, todo pucelano aficionado al vino debería conocerla. Sus responsables, con más de veinte años en activo, abrieron hace ocho el establecimiento actual, ubicado en el barrio de Parquesol. Un local elegante y espacioso, repleto de referencias, que los clientes pueden examinar cómodamente. Aquí hay desde vinos de la gama más alta (Contador, Pesus, Vega Sicilia, Alabaster…) hasta cajas de 5 y 15 litros de vinos a granel jóvenes o criados (tintos de Toro y Aranda de Duero, rosados de Cigales, blancos de uva verdejo y amontillados). También tienen vinos de calidad (Mauro, Dehesa de los Canónigos, Pago de Carraovejas…) en botellas de formatos especiales: mágnum (1,5 litros), doble mágnum (3 litros) y Matusalén (6 litros). Los aficionados a los Riojas modernos encontrarán referencias de Benjamín Romeo, Marcos Eguren, Telmo Rodríguez o Bodegas Roda, y los devotos de los sabores dulces, una buena selección de vinos de postre andaluces, algunos Oportos y varios Tokaji. No todas las botellas llevan el precio, tal vez por la afluencia de público y la rotación de existencias. Es el único reparo que se le puede hacer a esta vinoteca.


Vinoteca El buen gusto, Valladolid
El buen gusto, en el barrio de Parquesol: una de las mejores vinotecas de Valladolid.

Vinaria (calle Mota, 15; teléfono 699 349 963) se encuentra en el barrio de La Rubia, en la zona sur de Valladolid. La empresa contó hasta hace muy poco con un segundo local en el barrio de Delicias. Sus propietarios lo son también de la bodega Ovidio García, ubicada en Cigales y edificada sobre una antigua cueva visitable. La tienda, agradable, con un amplio ventanal y estanterías de madera, vende vermús, licores y vinos de la tierra: Ribera del Duero, Cigales, Rueda y Toro. Se ha optado por manejar un número moderado de referencias con precios asequibles: Cepa 21, San Román, Cruz de Alba, Protos, Carramimbre, Bornos, Lleiroso… Hay buenas ofertas de los vinos de Ovidio García, sobre todo comprando cajas o estuches. La bodega elabora dos rosados, un blanco (verdejo) y varios tintos (joven, roble, crianza y reserva), todos con DO Cigales.

Para el final hemos dejado la vinoteca más apartada del centro, y también la más inesperada: Vinoval (calle Santiago López González, 24; teléfono 983 406 212). En los confines del polígono Las Raposas, en una nave con el aspecto exterior de un almacén, encontramos una tienda moderna y atractiva, cuidadosamente decorada, con una excelente selección de vinos. El local tiene forma de L y es más amplio de lo que parece desde fuera. Las botellas están expuestas en posición horizontal, sujetas por el cuello a unos paneles con orificios ad hoc que revisten las paredes. Además de vinoteca, esta es la sede de la distribuidora Vinoval, bien conocida por los profesionales del sector, que se instaló aquí hace unos diez años. Su catálogo es muy amplio e incluye vinos de casi todas las denominaciones de origen españolas y los principales países productores del viejo y el nuevo mundo. Los hay para todos los bolsillos (desde Vega Sicilia hasta rosados sencillos) y los precios son correctos. Cuentan con una tienda online bien abastecida.

Establecimientos de productos gourmet con vinoteca

Al margen de estas vinotecas, hay en Valladolid varias delicatessen o tiendas de productos gourmet que dedican un espacio destacado al vino. Mencionaremos dos, ambas muy céntricas.

Mesetarios (plaza del Salvador, 2; teléfono 983 349 758) abrió hace tres años en un bonito y tranquilo rincón del casco histórico de la capital, junto a la iglesia del Salvador. Es un proyecto ambicioso, con muchos metros cuadrados de local, gran variedad de productos selectos y tres o cuatro personas atendiendo (hay despacho de pan, quesos y chacinas). El establecimiento apuesta por los productos de la tierra, como sugiere su nombre, pero comercializa también artículos de otras regiones y países. En el caso de los vinos, además de Riberas hay Riojas modernos, varios Champagnes y algún Sauternes, todos ellos expuestos en una pared lateral próxima a la entrada. Aunque el espacio está orientado a la venta, es posible degustar algún vino por copas en una pequeña barra junto a la quesería. También venden cervezas artesanas, vermús y destilados de calidad. Su web incluye una tienda online con cestas y cajas de regalo.

Gourmet L’Alberca (plaza de la Rinconada, 7; teléfono 983 660 303) cuenta ya con diez años de actividad a sus espaldas. La tienda se encuentra en una de las zonas más concurridas del centro y es algo más tradicional que la anterior, tanto por su diseño como por sus productos. De forma alargada, en su primer tramo hay despacho de chacinas, quesos, bacalao, aceitunas y otros productos, así como estantes repletos de conservas, aceites, mieles y mermeladas. Al fondo, el establecimiento se ensancha y hay una zona consagrada a la repostería y los dulces. Justo enfrente se encuentra la vinoteca, amplia y cómoda, con las botellas bien expuestas. La selección de vinos es más bien convencional: Protos, Prado Rey, Emilio Moro… Junto a referencias conocidas de Rueda, Ribera del Duero y Cigales aparece algún Rioja de precio medio (Fernández de Piérola), algún Toro de calidad (Pintia) y varios Champagnes Moët & Chandon. Este espacio tiene salida directa a la calle Sandoval y va a dar al célebre mercado del Val.

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