Las bodegas López de Heredia, Luberri, Vinos de Telmo Rodríguez, Luis Alegre y Marqués de Riscal, entre otras, tienen un protagonismo destacado.
Esta mañana hemos asistido al preestreno del documental Las catedrales del vino, de Eterio Ortega, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La versión que se ha proyectado, de 53 minutos de duración, será emitida en canales de televisión y nos ha dejado con las ganas de conocer la versión íntegra, de hora y media, que se proyectará en festivales especializados y salas de cine (esperemos).
Esta versión «abreviada» se hace corta. El documental capta y transmite el amor a la cultura del vino en dos regiones vitivinícolas muy distintas, pero de tradición igualmente larga y reconocida: Rioja y Jerez. La silueta sobria de la Sierra de Cantabria contrasta con las casas encaladas, las marismas y la playa de San Lúcar de Barrameda. La reciedumbre y la llaneza de los bodegueros riojanos, con la finura y el gracejo de los andaluces. Unos y otros, sin embargo, aparecen hermanados por un mismo oficio y una misma devoción. A pesar de que las uvas, el clima, los métodos de elaboración y los saberes difieran tanto en el norte y en el sur.
El documental no tiene una vocación didáctica, aunque enseña. Tampoco pretende –ni podría, con ese metraje– mostrar las particularidades de la elaboración del vino en ambas regiones. Muestra algunos paisajes, algunas construcciones y algunas labores que forman parte de la cultura del vino: desde la poda o el «aclareo» hasta la tonelería. Y da voz, sobre todo, a algunos de sus protagonistas.
En la película aparecen representadas bodegas de grandes dimensiones y bodegas familiares. Bodegueros-empresarios y bodegueros-viticultores. En el caso de Rioja, López de Heredia, Marqués de Riscal, Luis Alegre, Luberri, Telmo Rodríguez…
Algún crítico podría reprochar a los autores del documental que no plasma la realidad de estas regiones, porque se centra, con cierta inclinación nostálgica, en bodegas y modos de hacer tradicionales, omitiendo la tecnología de vanguardia y las inversiones en I+D que desempeñan un papel tan importante en la enología actual. Y es cierto. Pero los testimonios de Pedro López de Heredia, Juan Clavijo, Javier Hidalgo y el resto de entrevistados logran algo más valioso: transmitir el amor a su quehacer de una manera entrañable y contagiosa, que tal vez esté reservada a quienes llevan la vitivinicultura en la sangre. Cuando acaba la proyección uno siente deseos de descorchar una botella, y cierto sentimiento de respeto.
En el acto han estado presentes, junto al director y los productores de la película, algunos de sus protagonistas: Florentino Monje, Pilar Plá, Alex Simó, Luis Vicente Elías Pastor… y gentes del cine como Elías Querejeta. Las catedrales del vino es una producción de Idem y Cedecom que ha contado con la participación de ETB y Canal Sur y con la ayuda del Gobierno vasco y la Junta de Andalucía.